martes, 24 de junio de 2008

Diario de unas vacaciones

Día 1. Después de relajarme unas horas en la pelu comenzó la odisea. Llamadas de teléfono del trabajo, (como no), compras, corre pa´qui corre pa´llá, coge esto que falta...
Con retraso de treinta minutos sobre la hora prevista paso a recoger a Fa, la compi de la odisea.
Llegamos, descargamos, recogemos, montamos el chiringuito y nos vamos a la piscina toalla en mano, pero Oh my god!!! La piscina grande vacía y la otra precintada... solo funciona la de los niños!!!!.
Nos miramos con cara de circunstancia y nos animamos mutuamente, al menos funcionan las duchas...
Día 2. Vamos a desayunar pero cual es nuestra sorpresa, ¡No hay café!!! Después de rebuscar en los roperillos y encontrar hasta una chupa decido rendirme. Desayunamos y vamos al super en busca del café sin el cual no somos personas. Mientras nos tomamos el café llegan los invitados.
Ya estamos todos, nos vamos a la piscina que para nuestra sorpresa ya estaba abierta, la cosa empezaba a funcionar.
Almorzando en la terraza vemos que un gato, que huye de un perro, trepa por una palmera de unos 10 metros de altura, con la cámara preparada para grabar la bajada, el gato decide saltar, nos quedamos sin foto para el you tube, con los ojos cerrados y mirando para otro lado es un poco dificil hacerla...
No fue la única foto que perdimos de gatos, también estaba gato durmiendo en la barbacoa, gato en la chimenea de la barbacoa...
Por la noche, cenabamos oyendo al vecino mary gay. Eran unas cenas románticas, a la luz de la luna. Una preciosidad que el final del día nos regalaba.
Día 3. Pasó sin pena ni gloria, ¡Ya era hora coño!. Con una nueva invitada a la hora de comer, y la despedida de mi compi al final del día.
Me quedo sola ante el peligro!!!!!!!!!
Día 4. Después de recoger un poco, me voy a la piscina, que paraíso solo estamos el cincuentón deportista y yo.
Llegan los invitados a pasar el día. Nos metemos en la piscina, para Jesús fué el primer baño, se encartona y grita. Eso sí cuando le cogió el gustillo... Salió tan relajado que se quedó dormido en 0,2 segundos.
La tarde en la piscina transcurre bien, con música de fondo, tan alta que se oía en toda la piscina. Después de la discusión de rigor con los de la música, y no fuímos nosotras las que discutimos que quede claro, toca la merienda de Jesús y compañía en la piscina.
Así cae la tarde y después de irse todos empiezo a recoger y para casa que madre es pobre.
Flonfli

2 comentarios:

a lo largo del tiempo dijo...

Vaciones cortitas pero llenas de anécdotas, vivencias graicillas, y todo esto sin casi salir de casa. Avisame en las proximas, jajajaj...

a lo largo del tiempo dijo...

Mhhhhhh! esto me suena...
Ya taba yo diciendo que no lo ibas a colgar nunca, o lo que es peor, que se te iban a olvidar esas vacaciones... jejeje.